Los combinados nacionales representaron a la Federación Española de Deportes para Ciegos en tierras alemanas, pero no lograron sumar ningún punto.

Al prestigioso torneo, disputado en Berlín, los combinados nacionales acudían con una premisa muy clara: reparto equitativo de minutos de juego entre todos los convocados, con la idea de poder testar el estado de forma y las prestaciones de cada uno. Así, han sido los únicos equipos que realizaban el cambio de los tres jugadores en el descanso.

Esta idea táctica ha pasado factura y todos los encuentros se saldaron con derrotas, aunque para la estadística quedará que se consiguieron victorias parciales en mitad de los encuentros.

El equipo femenino fue derrotado por USA y Turquía, y posteriormente por Finlandia y Alemania, rivales directos en el próximo europeo y a los que nuestro equipo logró vencer en las primeras partes.

 En el apartado masculino, derrotas ante Suecia, Gran Bretaña y, posteriormente, frente a USA, para terminar con otra frente a Dinamarca. Salvo en el encuentro frente a los americanos, en los otros tres, un parcial siempre fue a nuestro favor.

En definitiva, sacrificio del resultado frente a la oportunidad de ver en acción a todos los jugadores, en situación real de juego. Algo muy necesario, dado el escaso número de torneos de preparación. 

Y, por lo general, torneo de altísimo nivel, con varios de los mejores equipos del mundo. De hecho, se repitieron las dos finales de los pasados Juegos Paralímpicos de París, aunque esta vez los hombres de Ucrania derrotaron a Japón, y las mujeres de Israel se tomaron la revancha frente a Turquía.